venerdì 22 ottobre 2010

Padua – Bari – Asís - Bari

Estoy en el tren que me lleva a Bari, junto a fray Hermes y Orlando, después de las celebraciones en Asís para la fiesta de S. Francisco, ayer 4 de octubre. Estos trenes modernos tienen los asientos abastecidos de enchufe; por lo tanto decidí vencer los titubeos y sacar mi computadora de la era de los picapiedras, para ganar tiempo y relatar algo sobre los últimos días del Curso de Rivotorto.Han sido días de mucho movimiento, físico y emocional, de Asís a Padua, a Bari y otra vez Asís, debido a la participación al entierro de fray Germano. Pero procedamos por orden.

Gubbio

El 25 de septiembre salimos de Asís para Padua. En el trayecto fuimos a visitar Gubbio, que es una hermosa ciudad medieval. Valió la pena hacer ese desvío de la ruta principal. Nuestra iglesia es muy bonita y el casco histórico de la ciudad me pareció encantador. Sí, ya sé que soy repetitivo; pero ¿qué puedo hacer o decir? Cada vez que visito ciudades o aldeas medievales me parece inmergirme en una atmósfera muy particular y cautivante. Será el calor de las piedras a vista de las construcciones y el paisaje de Umbría...

En Padua los frailes nos recibieron muy bien. Pudimos experimentar la alegría de sentirse en familia. El encuentro con S. Antonio y la ciudad ha sido una sorpresa. Lástima que no pude vivirlo en su totalidad porque tuve que salir, junto a los demás dos frailes venezolanos, para Bari, al entierro de fray Germano (de esto ya conté en el post anterior, en italiano). El domingo 26, pronto después del desayuno, fui a dar una vuelta por el centro de Padua, revestido a fiesta por unas iniciativas de solidaridad, que conferían a los palacios y monumentos aún más alegría y luz. Luego participamos a la Misa solemne en la basílica del Santo y nos fuimos en tren a Venecia.

¡Que sorpresa Venecia! Por supuesto no era la primera vez para mi (bueno... la segunda...), sin embargo la ciudad me impactó de manera inesperada y sorpresiva. El caminar por sus calles tan características, entre puentes y canales; sus ángulos sugestivos; los espléndidos palacios sobre el agua; la indescriptible Plaza san Marcos, con la homónima iglesia; nuestra monumental iglesia de S. Maria de los Frailes; la luz mágica de aquella tarde especial; todo ha contribuido a hacer inolvidable el momento, llenándolo de poesía y agradecimiento a la belleza de Dios, y al ingenio y fantasía del hombre.

Padua

El día siguiente ha sido dedicado a una interesante reflexión sobre los datos biográficos de S. Antonio; a la visita guiada del complejo monumental de basílica y convento; a un instructivo encuentro con el Padre Guardián de la comunidad, fray Enzo, el cual nos ha ilustrado el trabajo pastoral de la comunidad, hablándonos también de la devoción mundial que goza este santo y de los numerosos milagros, materiales y espirituales, que aún sigue actuando. Más que una charla, ha sido un testimonio conmovido de lo experimentado por él durante sus peregrinaciones en varios países con las reliquias del Santo, y de los milagros diarios de los cuales ha sido espectador u oyente.

Los últimos días en Asís, del 1 al 4 de octubre, se han caracterizado por aquella intensidad que confieren los momentos finales de una experiencia tan particular como la del Curso de Rivotorto.

La mañana del día 1 se dedicó a la reflexión personal sobre todo lo vivido en el Curso, con un tiempo de desierto en la ermita de Las Cárceles. La tarde, y la mañana del día siguiente, hubo una evaluación final comunitaria, positiva según el parecer de todos, aunque se sugirieron unas mejoras. El 2 por la tarde los frailes pidieron un fuera de programa, con la participación en la Misa de la Novena de S. Francisco en la basílica inferior, y la visión del espectáculo “Forza venite gente” en el teatro de Asís (la entrada era libre). La compañía no era compuesta por profesionales; sin embargo la actuación fue a la altura. Me conmovió volver a ver escenas y escuchar las canciones en aquel contexto muy apropiado: la ciudad de Asís, en la cercanía de la fiesta del Santo.

Los días 3 y 4 han sido un crescendo de emociones: Misa de despedida de la comunidad de Rivotorto; celebración del Tránsito en la Porciúncula; Misa solemne, “en capilla papal”, en la basílica superior; almuerzo en el comedor del Sacro Convento; Vísperas solemnes en la basílica inferior.

Sábado 2 y domingo 3 tuve la grata visita de mi hermana y cuñado, con los cuales pude compartir momentos agradables en los lugares franciscanos, además de las horas en Spoleto con Franco y su familia, nuestros amigos, y la espiritual despedida, en un locutorio del Protomonasterio de S. Clara, de mi amiga sor Massimiliana.

¿Qué decir del Curso? Como toda cosa bella e intensa, los días volaron y nos pareció breve. El grupo de frailes fue muy bueno, así que se logró vivir una verdadera experiencia fraterna. Gracias también a los frailes de Rivotorto: Gianmarco, Arcangelo, Iulian, los cuales nos consintieron mucho, esmerándose para que nos sintiéramos en familia, hermanos entre hermanos. Los estímulos dados por las reflexiones y los lugares visitados, han sido numerosos e importantes. A nosotros ahora el desafío de encarnarlos en nuestros ambientes e historias.

1 commento:

Nicola Lagreca ha detto...

che fai non vuoi + scrivere in italiano? Non vuoi + corrispondere con i tuoi connazionali?
...ciao fraticello, come è andato il ritorno alla tua seconda casa?
Sappi che la prossima volta che vieni a Gravina dovrai pagare pegno e restare qui almeno 2 settimane...
...a casa mia vitto e alloggio sono inclusi (bevande escluse!)
Un abbraccio
Nicola lagreca