venerdì 9 settembre 2011

Lima, 10-16 de agosto

En aeropuerto, en aguarde del vuelo para Caracas. Me da tiempo para escribir algo sobre los días pasados en Lima, entre encuentro del Ministerio de Reflexión de la Falc (=MiReFalc) (10-12 de agosto), y visita a la ciudad (13-16). Dicho de entrada, me habría encantado ir a visitar Machu Picchu. Un sueño acariciado desde varios años. Tengo que postergarlo, porque me salía muy caro (alrededor de 600 dólares por tres días). Cuándo vuelva a Perú y pueda hacerlo en manera más barata, entonces… De lo contrario, me quedaré con el sueño. Lo único que pude realizar fue visitar una muestra de fotos sobre el descubrimiento de Machu Picchu (1911) en una sala del Museo de la Nación, cuya entrada es… libre!!!

Encuentro de la Falc, 10-12 de agosto – Tres días de trabajo intenso, para reflexionar, a partir de unos artículos para el próximo número de la revista Decires, sobre el significado de “conventualidad” desde una mirada latinoamericana, como contribución de nuestra área geográfica al trabajo de revisión de las Constituciones. El clima que se respira es muy familiar. Somos hermanos y, además, nos conocemos entre nosotros. Por eso, a pesar de la intensidad y cantidad de horas escuchando, discutiendo, aportando, todos quedamos satisfechos de ese enriquecimiento mutuo que nos brinda siempre nuestro encuentro. Yo no presenté un artículo, sin embargo tengo labia jejeje. Me tocó redactar la noticia del encuentro y las conclusiones más importantes para la página web de la Orden.

La última noche fray Vicente, alemán trasplantado desde una vida en América Latina y más latino que los nativos, nos invitó a ir a ver un espectáculo de danzas folclóricas en el hotel Sheraton, confundiéndonos con los turistas para quienes se daba. Él conoce a una de las bailarinas. No fuimos todos. Los demás turistas tenían cena y asientos, nosotros debíamos arreglarnos para asistir. Escogí una columna en primera fila, y disfruté, pero mucho, de las danzas y los trajes típicos para cada baile.

Visita de Lima, 13-16 de agosto – El sábado me cambié para el convento “Nuestra Señora de la piedad”, junto a fray Hernan, de Montevideo. Aquí los frailes y la feligresía nos recibieron muy bien. Celebré dos misas con homilía el domingo y el 15, fiesta de la Asunta. Momentos hermosos de fraternidad y de compartir pastoral.

¿Qué decir de Lima? A parte el cielo siempre nublado, porque en invierno, y el frío fuerte sobre todo en las noches, para un venezolano como yo, ha sido un verdadero descubrimiento. Fue la capital de España en América Latina, y mantiene rasgos de la importancia histórica que tuvo. El centro es muy lindo. La ciudad es limpia, aun en su caoticidad de 9 millones de habitantes. Lo único es que se trata de una ciudad construida en un desierto, al lado del océano, con nada o casi bello de un punto de vista natural. Me gustó lo que pude visitar: el casco histórico, las iglesias con sus museos y conventos, el Museo de la Nación, el Paseo del Agua con sus fuentes hermosas y sus juegos de agua y luces por la noche. Me impresionó el número enorme de taxis: alrededor de 200.000… siempre hay más de uno listo cuándo lo necesites.

Plaza de la catedral y fachada de la catedral

Palacio obispal y Palacio de Gobierno

Iglesia San Francisco y claustro

Convento dominico: sede de la primera universidad de Perú y claustro

Convento dominico: claustro

Convento dominico: tumba de S. Rosa y S. Martín de Porres

Paseo del Agua