1959 – 2018 = 59 años. Nacido en 1959, acabo de cumplir 59 años. Pues, este
cumpleaños está marcado por el número 59. En fin, 59 bis. Después de 12 años
fuera di Italia, este 11 de febrero me encuentro de vuelta a Copertino. No acaecía
desde 1997. 20 años, en los cuales la geografía relacional ha cambiado. Yo
mismo he cambiado.
En mis primeros cumpleaños
en Copertino me agradaba tomarme un medio día de reflexión y relajamiento, por
lo general a orilla del mar. Si el tiempo lo permitía iba en bicicleta. Luego,
los frailes me han casi impuesto quedarme en convento para responder a las
llamadas de felicitaciones, justamente aburridos de hacerlo ellos por mí. Poco
a poco se han añadido las redes sociales, y me quedé “atrapado” en ellas. A ser
sincero, más bien que “redes-trampas”, el día de mi cumpleaños ellas se tornan
en la posibilidad de volver a tejer un entramado de relaciones humanas,
cariños, historias de vida, en y con mi vida. Llego felizmente cansado a la
noche, emocionado y agradecido por tanto amor manifiesto, tangible, y por aquel
del corazón, invisible y real a la vez. ¡¡GRACIAS!! ¡¡CON TODO MI CORAZÓN!!
Asimismo, es verdad
que, desde hace varios años, un poco me falta el mar. Y ¡ya he vuelto a tenerlo
a mi alcance! Ahora tengo hasta dos bicicletas, y mucho mejores que la que tuve
entre 1987 y 1997. Pero tengo también… ¡¡59 años!!
Siendo un domingo
el día de mi cumpleaños, ha sido imposible hasta sólo pensar en salir durante
la mañana. En la tarde, unos de mis antiguos jóvenes, miembros de la Jufra
(Juventud franciscana), ahora casados y con prole, me han preparado una fiesta
familiar y sencilla, alegrada por la vivacidad de sus hijos.
Desde hace unos
años me he comprometido a escribir unas notas en ocasión de mi cumpleaños, por
lo posible acompañada por una o más canciones. Este año no tenía una en
particular. Sin embargo, a primeras horas del 11 de febrero se terminó el
festival canoro de Sanremo y se conoció a quién lo había ganado. Hago premisa
que nunca he sido un fanático de esta competencia canora, aunque sigo unos
momentos transmitidos por la televisión. Y nunca esperé el veredicto sobre
quién hubiera ganado. Siempre lo aprendí al día siguiente. Pero me ha parecido
gracioso que mi cumpleaños coincidiera este año con el día de la proclamación
de la canción ganadora del festival. He pensado en que pudiera tal vez ser la
canción para acompañar el cumplimiento de mis 59 añitos. Además, tampoco es una
mala pieza esta “Non ci avete fatto niente”, bien por la letra que por la
música.
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